miércoles, 23 de septiembre de 2009

Homenaje a Sábato

"...en un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil..."

El túnel. Ernesto Sábato.-

lunes, 21 de septiembre de 2009

Escapando del ego.

No hay duda que la vanidad hace crecer al orgullo y que este en su momento se vuelve soberbia. También es claro que estos siempre fueron las causantes de la mayor parte de problemas en el mundo, pero aun así existen y crecen en las personas que siguen protegiéndose de los demás con la ayuda de esos sentimientos tan poco nobles; sobre todo cuando buscan ocultar la verdad. Existen siempre preguntas difíciles de contestar en torno a estas como ¿Cual es el motivo del orgullo en las personas y como es que somos capaces de perder tantas oportunidades por enfrascarnos en creer que la dureza de nuestro carácter o el recelo creado por algún hecho nos lleve hacia la tristeza de saber que ni arrepintiéndonos lograremos recuperar aquello que perdimos? ¿Es una estupidez mas del ser humano o simplemente ocurre porque al nacer y estar solos, intentamos proteger demasiado nuestro ego para que nadie lo pisotee; o en todo caso lo vuelva a pisotear justo cuando pensábamos que éramos indestructibles, preciosos y superiores?Es un poco de ambos, en primer lugar porque nuestra naturaleza es ser entupidos y actuar con el pasar de los días de modos irregulares, algunas veces por miedo y otras solamente por orgullo. En segundo lugar es cierto que protegemos mucho nuestro ego, porque nos enseñan desde pequeños a actuar con cuidado, mirar por encima del hombro y hasta hablar mal de los demás con tal de proteger nuestros actos y forma de pensar para que no se burlen o nos digan que estamos equivocados.Suele ocurrir que por no ver golpeado nuestro orgullo [cuando nos dicen las cosas de frente] nos defendemos dejándole de hablar a las personas que en cierto modo sentimos nos hicieron daño, no planteando lo que realmente queremos por miedo a que nos digan "no me gusta" o a que hablen de la forma como actuamos ante los demás. El miedo radica en que nuestros sentimientos se muestren ante personas que no los entiendan y critiquen u odien sin conocerlos realmente.Es difícil entender al orgullo y mucho mas aún a las personas orgullosas, que somos la gran mayoría, pero es mas difícil aun cuando no aceptamos que la soberbia gobierna nuestra vida y vivimos felices sabiendo que si esta no se ve afectada, lo seguiremos siendo.Siempre es triste saber este tipo de cosas y peor aun es no poder ni querer hacer nada por cambiarlo.De que sirve el orgullo o la vanidad si solo nos hacen perder lo que queremos, dejar pasar lo que necesitamos y escapar de lo que deseamos. Solo hay una forma de encontrar respuestas verdaderas y es buscando el modo de enfrentarnos a nuestro ego, al maldito reflejo que algunas veces hace que creamos que el mundo gira a nuestro alrededor cuando en realidad solo somos un ínfimo grano de polvo en un inmenso universo desértico cubierto de enormes Dunas de arena

martes, 15 de septiembre de 2009

Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...
Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores. Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora. Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas… Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridosy con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás.

Mario de Andrade

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Los justos

Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

JORGE LUIS BORGES

viernes, 4 de septiembre de 2009

Un matrimonio feliz exige una inversión

Casi todas las parejas estarán de acuerdo en que un matrimonio feliz exige una inversión de tiempo y energía. Pero, muchas parejas se desilusionan si sus esfuerzos no rinden resultados inmediatos. Pronto desisten de su empeño, al concluir que el matrimonio exige demasiado trabajo.Los buenos matrimonios no son producto de la casualidad. Casi todos crecemos creyendo que el amor es algo mágico y que, en última instancia, está fuera de nuestro control. No "decidimos" amar; simplemente, nos enamoramos.El amor verdadero no se destruye fácilmente. Secretamente, casi todas las parejas temen que su relación llegue a estancarse y marchitarse. Sin embargo, el amor rara vez muere. Sólo parece ausente, porque permitimos que otros sentimientos lo eclipsen.Cuando esperamos que el compañero o la compañera fomente nuestro ego o compense nuestras flaquezas, invariablemente quedamos decepcionados, y nuestro cónyuge resentido. Sólo cada cual debe asumir la responsabilidad de lo que siente, y de la propia valía.Amar es aceptarse mutuamente. Con demasiada frecuencia, creemos incesantemente que el amor nos autoriza a remoldear la manera de ser de la persona amada. Tratamos de anular los rasgos de personalidad desagradables de nuestra pareja, incluso si en este proceso disminuimos las cualidades mismas que nos inspiran tanto cariño.Los cónyuges suelen ser, por desgracia, los chivos expiatorios más a la mano. Es más fácil encontrar fallos en lo que él o ella están haciendo, que examinar cómo nosotros mismos hemos creado nuestra propia infelicidad.

El amor nos transforma en seres superiores.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.
El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.
El amor nos transforma en seres superiores, nos despierta nuestra capacidad de asombro, nos da la sensibilidad de la contemplación, nos impulsa a niveles infinitos, nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible y nos impulsa a alcanzar lo imposible.
El amor nos da la fuerza:
Para respetar a los seres que amamos.
Para sonreír a pesar de las adversidades.
De la humildad para pedir perdón.
La grandeza de la comprensión.
La nobleza de perdonar.
Para manifestar nuestras emociones.
Para alcanzar estrellas.
Para convertir nuestros sueños en realidades.
Entregar nuestra vida por un ideal.

Estoy aprendiendo

Estoy aprendiendo
a aceptar a las personas,
aun cuando ellas me decepcionan.
cuando huyen del ideal que tengo para ellas.
cuando me hieren con palabras
o acciones impensadas.
Es difícil aceptar a las personas
como son, no como yo deseo que ellas sean.

Es difícil, muy difícil,
pero estoy aprendiendo...
Estoy aprendiendo a amar,
Estoy aprendiendo a escuchar,
Escuchar con los ojos y oídos,
Escuchar con el alma.
Escuchar lo que
dice el corazón,
lo que dicen los hombros caídos,
los ojos, las manos inquietas.

Escuchar el mensaje que se esconde por entre las palabras superficiales.
Descubrir la angustia disfrazada,
la inseguridad enmascarada,
la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida,
la alegría simulada,
la vanagloria exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón.
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar.
Estoy aprendiendo a perdonar.

Porque el amor perdona,
lanza afuera las tristezas,
y cura las cicatrizes que la incomprensión
y la insensibilidad grabaron en el corazón herido.
El amor no alimenta heridas con pensamientos dolorosos,
no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión.

El amor perdona, olvida, extingue todos los trazos de dolor en el corazón.
Paso a paso
Estoy aprendiendo a perdonar, a amar,
estoy aprendiendo a descubrir el valor
que se encuentra dentro de cada vida,
de todas las vidas.
Valor enterrado por el rechazo,
por falta de comprensión,
cariño y aceptación,
por las experiencias duras vividas a lo largo de los años.

Estoy aprendiendo a ver, en las personas su alma,
y las posibilidades que Dios les dió
Estoy aprendiendo,
pero ¡cómo es de lento el aprendizaje!
¡Cómo, es de difícil amar
Incondicionalmente!
Todavía tropezando,
cometiendo errores,
estoy aprendiendo…

Gente tóxica

Las palabras motivan o hieren profundamente, los seres humanos somos increíblemente frágiles, emocionalmente somos tan delicados que las palabras tienen el gran poder de perfilar nuestras vidas.
Aquellas personas que descargan comentarios negativos que nos hieren, las podríamos llamar “gente tóxica”, y puede ser cualquiera: un amigo, un hermano, un jefe, tu mamá o tu papá, e incluso nuestra pareja. Sus comentarios sabotean de alguna manera nuestros esfuerzos por llevar una vida feliz y productiva. Una persona puede ser tóxica para alguien y no serlo para los demás.
A todos nos gusta ganarnos el respeto, la aceptación, el reconocimiento de los demás y escuchar palabras de aliento. Tristemente, no siempre es así, no falta la persona tóxica. Reconocer a una persona tóxica y saber qué hacer si nos topamos con ella, es de gran ayuda ¿Cómo identificarla?.
* ¿Te pones de mal humor o te sientes menos después de una plática con él/ella?
* ¿Te sientes poco atractivo (a) estando con esta persona?
* ¿Te ignora?
* ¿Te provoca dolor de cabeza, te tensa y sientes alivio cuando se va?
* ¿Al hablarle tartamudeas o cambia de expresión tu cara?
Si contestaste “si”, te podrás dar cuenta de que estas personas cambian nuestro comportamiento y nuestros sentimientos. Una persona con baja autoestima hará cuanto pueda por sabotear las relaciones o para sentirse importante, la raíz en la mayoría de los casos son los celos y se actúa de manera irracional. A la gente tóxica le molesta cuando otro tiene éxito, cuando es atractivo, popular, simpático, culto, etc..
Vivir por darle gusto a todo el mundo, es imposible, así como sacrificar ciertas cosas sólo para ser “aprobados”. Lo que tenemos que hacer es amarnos y aceptarnos y comprender que para alguien siempre seremos una amenaza a su seguridad y sin una razón específica. Dice un dicho: “No sé cuál es la clave del éxito: pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”.
Hay varios tipos de “tóxicos”:
* El que a todo mundo recorta
* El del Club de la Lágrima Perpetua
* El mal intencionado
* El hipócrita
* El mosca muerta
* El chismoso
* El que disfruta difundir malas noticias
* El machista
* El sabelotodo
* El que mira por el hombro a los demás
Hay que evitar el contacto con la gente tóxica, pero cuando esto no sea posible, respira hondo y trata de comprenderla: Es probable que no tenga suficiente amor en su vida.
Intentemos convertir el coraje en fortaleza interna y mantener el control mientras recibimos el comentario o la actitud negativa, pensemos que ésta puede ser una reacción al dolor, al vacío, a la soledad.
Por último algo muy importante, debemos analizarnos profunda y honestamente, ver si acaso…
¿No somos nosotros mismos los “personajes tóxicos” ?

miércoles, 2 de septiembre de 2009

“¿Qué vas ser cuando seas grande?”.

Cuando pequeños siempre nos preguntaban: “¿Qué vas ser cuando seas grande?”. Y respondíamos siempre con alguna palabra que hacía referencia a algún oficio o profesión. Luego, cuando adultos, nos damos cuenta de que llegamos a ser lo que la vida y las oportunidades aprovechadas nos han permitido ser. Pero ¿era TODO lo que queríamos ser? ¡Seguro que no! Entonces, por qué no preguntarnos hoy a nosotros mismos: ¿Qué queremos ser? O mejor dicho, conforme a la experiencia acumulada, podríamos replantear la pregunta y decir: ¿Qué podemos ser? Y entre algunas opciones para responder esta pregunta tenemos que:
Podemos ser, una VOZ serena, entre el fragor de los apasionamientos, asumiendo una postura crítica y objetiva, promoviendo la discusión de ideas para superar el estéril enfrentamiento personal movido por los excesos verbales, el fanatismo y la intolerancia. El ambiente político del país es el fiel reflejo de este desafío a encarar.
Podemos ser una LUZ, para quienes andan en las sombras de la ignorancia, promoviendo una revitalización del enorme potencial del ser humano, para dejar atrás todo tipo de analfabetismo, en todas sus formas –como el funcional, tan nefasto como el no poder acceder a las herramientas básicas de la lectura y escritura– y en todos los órdenes, para no reducirlo apenas al orden intelectual, pues también el hombre debe cultivar las competencias actitudinales y motoras, además de las espirituales y sociales.
Podemos ser una SONRISA, para quienes están tristes y menoscabados, recurriendo a nuestra capacidad de empatía, pues como entes imperfectos, los seres humanos atravesamos por periodos favorables y también por momentos depresivos o negativos, en lo que tiene valor supremo el gesto de quien nos acompaña para superar esos momentos, y recuperar la fe, el valor, la constancia y el espíritu de lucha necesarios.
Podemos ser PALABRAS de aliento, para quienes quieren darse por vencidos. Además de lo material, en numerosas ocasiones, podemos aportar la compañía, el abrazo y compartir algunas palabras, que en conjunto constituyen estímulos poderosos para renovar el compromiso de lucha de aquellos que ya carecían de motivación para continuar la batalla de la vida, que nunca es fácil, pero que es necesario y posible.
En fin, podemos ser más HUMANOS, y más agradecidos con la vida, por todo lo que nos ha dado, en lugar de criticar y quejarnos por lo que nos falta, que puede ser lo mínimo frente a carencias mucho más profundas que pasan miles de seres humanos.
Podemos ser la MANO amiga, que levanta a alguien caído, y ser el AMOR desinteresado, para quien ha sido engañado y menospreciado. Pero también podemos hacer muchas cosas por los demás, mientras alguien a quien le podamos ser útil se atraviese en nuestro camino. En consecuencia, lo importante es sentirse útil en la vida, mediante el servicio desinteresado al prójimo, porque eso es amar a Dios.

¿Sabes porque el anillo de compromiso se usa en el cuarto dedo?

¿Sabes porque el anillo de compromiso se usa en el cuarto dedo?
Existe una leyenda china que lo puede explicar de manera bonita y muy convincente....Los pulgares representan a los padres.Los índices representan tus hermanos y amigos.El dedo medio te representa a ti mismo.El dedo anular (cuarto dedo) representa a tu pareja.El dedo meñique representa a los hijos.OK...primero junta tus manos palma con palma, después, une los dedos medios de forma que queden nudillo con nudillo así como se muestra en la imagen....
Ahora intenta separar de forma paralela tus pulgares (representan a los padres), notaras que se abren porque tus padres no están destinados a vivir contigo hasta el día de tu muerte, únelos de nuevo.Ahora intenta separar igual los dedos índices (representan a tus hermanos y amigos), notaras que también se abren porque ellos se van, y tienen destinos diferentes como casarse y tener hijos.Intenta ahora separar de la misma forma los dedos meniques (representan a tus hijos) estos también se abren porque tus hijos crecen y cuando ya no te necesitan se van, únelos de nuevo.Finalmente, trata de separar tus dedos anulares (el cuarto dedo que representa a tu pareja) y te sorprenderás al ver que simplemente no puedes separarlos...eso se debe a que una pareja está destinada a estar unida hasta el ultimo día de su vida y es por eso porque el anillo se usa en este dedo.

Mental Feng Shui

Los 4 acuerdos de la sabiduría Tolteca

NO SUPONGAS
No des nada por supuesto.
Si tienes duda, aclárala.
Si sospechas, pregunta.
Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que NO TIENEN FUNDAMENTO.

HONRA TUS PALABRAS
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú.
Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas.
Honrar tus palabras es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces.
Eres auténtico, y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.

HAS SIEMPRE LO MEJOR QUE PUEDAS
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.

NO TE TOMES NADA PERSONAL
Ni la peor ofensa.
Ni el peor desaire.
Ni la más grave herida.
En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo…
Pero el problema es de él y no tuyo.
Según la tradición Tolteca, poniendo en práctica estos cuatro acuerdos “tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello”.